Nada

No espero nada de  tu ser,
nada te pido,
no puedo ser dadora de emociones
ni siquiera entregarme a las pasiones
que quisieras fueran desenfrenadas.
Y enramaré mis ramas en tus ramas
con simulo inusual de regocijo,
despeinaré tu pelo tan prolijo
te besaré intensa en la mañana.
Pero igual de mi no esperes nada
ni un llamado,
ni un hola,
ni un te quiero,
ni siquiera un – te espero – muy austero
pues nunca,
jamás
te diré nada.
Es que tengo el alma destrozada
y veo en el reflejo de tus ojos,
lo que ha quedado de mi
solo despojos,
me despido de vos…no digas nada.

Mónica Porcel

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